Regreso y despedida

Por R Jota

Vuelvo a escribir en el blog tras varias semanas de «descanso». Asuntos personales, unidos al hartazgo que me producen algunas cosas que rodean al fútbol, han hecho que esta bitácora no se haya visto actualizada últimamente. Y hoy regreso a modo de despedida.

Éste será el último post del blog, porque a partir de ahora no tendré más ganas de escribir de fútbol. Por lo menos en una larga temporada. Y que nadie piense que el fútbol me ha dejado de gustar. Sigo disfrutando con él y con el Real Madrid, en lo bueno y en lo malo. Soy y seré madridista hasta la muerte.

Dicen que ahora es un momento duro para el madridismo, tras el 5-0 de hace unos días. Sinceramente, lo que digan algunos me importa un pepino. Si la prensa deportiva publica tonterías, el problema es de quién se las cree. El Marca es un periódico dirigido por un impresentable, pero puede presumir de ser el diario más leído,lo que demuestra la mediocridad imperante en España. El AS no puede aspirar a mucho más, pues es simplemente una copia barata del Marca.

A ambos siempre les quedará el consuelo de que, dentro de su baja calidad, siempre estarán a años luz de los panfletos deportivos que se elaboran en Barcelona. Nauseabundos a más no poder.

En el terreno radiofónico, existen diferentes emisoras que luchan por la tan ansiada audiencia a cuenta del fútbol. O sea, por la pasta. Y me parece muy bien, pero conmigo que no cuenten para ganar un duro. Sólo si el maestro se decide a regresar a las ondas empezaría a escuchar un programa deportivo de radio. No hace falta que diga el nombre.

Por si fuera poco, últimamente están de «moda» las tertulias futboleras en la televisión. Bazofias como «Punto Pelota» en Intereconomía, muy imitada por otros canales digitales, intentan analizar la actualidad balompédica recurriendo a los más absurdos debates y polémicas. Definitivamente, ahora entiendo a los que apuestan por «Luar» la noche de los viernes.

Sin más, me despido. No sin antes decir que, en el mundo del deporte, es más importante saber ganar que saber perder. Algunos nunca sabrán lo que es ni una cosa ni la otra.

Y para muestra, dos partidos de fútbol. El primero, en abril: semifinales de Champions en el Campo Nuevo. El Inter elimina al Barcelona y los aspersores del campo empiezan a funcionar. El segundo, el pasado lunes, en el mismo estadio. «Angelitos» como Xavi, Messi, Puyol o Guardiola demostraron su tan presumido «señorío». Otros, como Piqué, simplemente dejaron ver un palurdismo supino. Nada que me sorprenda a estas alturas de la película.

Me voy con la música a otra parte. Hasta siempre.

Y  ya está.

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